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Viernes de Dolores, comienza la Pasión
En XTOspain creemos que lo primero que hay que hacer hoy es felicitar a todas las Dolores, Mª Dolores, Marilos, Lolas, Lolis… acordándome especialmente de mi madre, mi sobrina y mi hermana.
Ahora vamos a hablar un poco de que y por que se celebra este día. Todo el mundo conoce el Viernes de Dolores, pero estoy seguro que muchos no sabéis su significado.
El Viernes de Dolores, es el viernes anterior al Domingo de Ramos, y en muchos lugares es considerado el comienzo de la Semana Santa. En este día se conmemoran los sufrimientos de María, la Madre de Cristo durante la Semana Santa.
Aunque quizás no lo sepais, las Dolores pueden celebrar su santo dos veces al año, el Viernes de Dolores y el 15 de Septiembre (Día de Nuestra Señora de los Dolores), aunque desde el Concilio Vaticano II, el día oficial es el 15. A pesar de esto, la Iglesia permite su celebración en el Viernes de Pasión en aquellos lugares donde tienen una arraiga tradición y devoción.
La Virgen de los Dolores, acoge bajo su manto diferentes advocaciones ( esto son los distintos nombres que recibe), como Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad,Virgen de las Angustias, Virgen de la Caridad, Virgen de la Soledad o La Dolorosa. Se suele representar con su hijo Jesús muerto sobre su regazo, tras el descendimiento, y otras veces con expresión de desconsuelo al pie de la Cruz, sosteniendo la corona de espinas de su hijo.
Pero si hay algo que la distingue es la representación de un corazón atravesado por 7 espadas, espadas que hacen referencia a los 7 Dolores, que son:
- 1º. La profecía de Simeón (Lc. 2, 22-35) ¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón te sumergió en profundo dolor al oírle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma”. De este modo quiso el Señor mezclar tu gozo con tan triste recuerdo. Rezar Avemaría y Gloria.
- 2º. La persecución de Herodes y la huida a Egipto (Mt. 2, 13-15) ¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios. Rezar Avemaría y Gloria.
- 3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50) ¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para contigo. Rezar Avemaría y Gloria.
- 4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4ª estación) Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando tus lágrimas con mi amor. Rezar Avemaría y Gloria.
- 5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jn. 19, 17-30) María, Reina de los mártires, el dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad de aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias. Rezar Avemaría y Gloria.
- 6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46) Jesús muerto en brazos de María. ¿Qué sentías Madre? ¿Recordabas cuando Él era pequeño y lo acurrucabas en tus brazos?. Por este dolor te pido, Madre mía, morir entre tus brazos. Rezar Avemaría y Gloria.
- 7º. La sepultura de Jesús (Jn. 19, 38-42) Acompañas a tu Hijo al sepulcro y debes dejarlo allí, solo. Ahora tu dolor aumenta, tienes que volver entre los hombres, los que te hemos matado al Hijo, porque Él murió por todos nuestros pecados. Y Tú nos perdonas y nos amas. Madre mía perdón, misericordia. Rezar Avemaría y Gloria.
Aquí os dejamos el Stabat mater, secuencia católica del XIII atribuida a Inocencio III y al franciscano Jacopone da Todi. Esta plegaria que comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa (estaba la Madre sufriendo) medita sobre el sufrimiento de María, la madre de Jesús, durante la crucifixión.
-
1.
- La Madre piadosa estaba
- junto a la cruz y lloraba
- mientras el Hijo pendía.
- Cuya alma, triste y llorosa,
- traspasada y dolorosa,
- fiero cuchillo tenía.
2.
- ¡Oh, cuán triste y cuán aflicta
- se vio la Madre bendita,
- de tantos tormentos llena!
- Cuando triste contemplaba
- y dolorosa miraba
- del Hijo amado la pena.
3.
- Y ¿cuál hombre no llorara,
- si a la Madre contemplara
- de Cristo, en tanto dolor?
- Y ¿quién no se entristeciera,
- Madre piadosa, si os viera
- sujeta a tanto rigor?
4.
- Por los pecados del mundo,
- vio a Jesús en tan profundo
- tormento la dulce Madre.
- Vio morir al Hijo amado,
- que rindió desamparado
- el espíritu a su Padre.
5.
- ¡Oh dulce fuente de amor!,
- hazme sentir tu dolor
- para que llore contigo.
- Y que, por mi Cristo amado,
- mi corazón abrasado
- más viva en él que conmigo.
6.
- Y, porque a amarle me anime,
- en mi corazón imprime
- las llagas que tuvo en sí.
- Y de tu Hijo, Señora,
- divide conmigo ahora
- las que padeció por mí.
7.
- Hazme contigo llorar
- y de veras lastimar
- de sus penas mientras vivo.
- Porque acompañar deseo
- en la cruz, donde le veo,
- tu corazón compasivo.
8.
- ¡Virgen de vírgenes santas!,
- llore ya con ansias tantas,
- que el llanto dulce me sea.
- Porque su pasión y muerte
- tenga en mi alma, de suerte
- que siempre sus penas vea.
9.
- Haz que su cruz me enamore
- y que en ella viva y more
- de mi fe y amor indicio.
- Porque me inflame y encienda,
- y contigo me defienda
- en el día del juicio.
10.
- Haz que me ampare la muerte
- de Cristo, cuando en tan fuerte
- trance vida y alma estén.
- Porque, cuando quede en calma
- el cuerpo, vaya mi alma
- a su eterna gloria. Amén.
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